Iluminación que favorece el ritmo circadiano
Cada vez más, se cree que las soluciones de iluminación para entornos de trabajo deben centrarse en aplicar el concepto conocido como HCL: Human Centric Lighting, o lo que es lo mismo, iluminación centrada en el ser humano.
Esto es debido, principalmente, a que pasamos muchas horas al día expuestos a luz artificial en nuestros puestos de trabajo. Y trabajar en espacios interiores o con poca luz natural, nos puede hacer sentir cansados y deprimidos y hacernos menos eficientes. Al fin y al cabo, la luz natural es una de las fuentes de energía más importantes para nuestro ritmo biológico, y su falta puede causar graves alteraciones en nuestro “reloj interno”, empeorando nuestro rendimiento y bienestar general.
Esto ocurre por lo que se conoce como ritmo circadiano, es decir, el conjunto de cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y a la oscuridad en el ambiente, influyendo en el sueño, la alimentación diaria, el bienestar y la salud.
¿Cómo funciona el ritmo circadiano?
La luz es el regulador más importante que tiene el cuerpo humano, e influye significativamente en nuestro ciclo vital, desde el sueño hasta el trabajo, mejorando aspectos como la eficiencia y la concentración.
Y lo hace de esta manera:
- De 06.00h a 12.00h – La luz que produce la salida del sol, promueve la activación de nuestro cuerpo, aumentando la presión arterial e interrumpiéndose la segregación de melatonina, una hormona producida en el cerebro que ayuda a regular el ciclo del sueño y de vigilia.
- De 12.00h a 18.00h – La temperatura de la luz se torna más fría. Ahora es cuando más activos estamos. Será entonces el momento del día en el que tendremos un mayor rendimiento para realizar tareas importantes, tomar decisiones, o hacer ejercicio cardiovascular.
- De 18.00h a 00.00h – Con la puesta de sol la tonalidad de la luz se hace más cálida. Es momento de relajarse y de prepararnos para dormir. Nuestros niveles de melatonina empiezan a aumentar, se incrementa nuestra temperatura corporal y nuestra presión sanguínea.
- De 00.00h a 06.00h – La ausencia de luz favorece el descanso. En esta franja horaria, nuestro cuerpo debería estar preparado para conciliar el sueño y así motivar la regeneración de nuestro organismo.
Human Centric Lighting (HCL) en el puesto de trabajo
El Human Centric Lighting se trata de un nuevo concepto de iluminación que se centra en el ser humano, el cuál persigue equiparar, lo máximo posible, la luz artificial a la luz natural con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas.
Con este sistema se podría llegar a satisfacer la necesidad de luz natural de los humanos, promoviendo, de este modo, el pensamiento creativo y la concentración en los puestos de trabajo.
Ya sea en una oficina o en una fábrica, es imprescindible tener en cuenta que la calidad de la luz y el confort visual son cruciales para evitar la fatiga visual, el cansancio y el bajo rendimiento de unos trabajadores que pasan muchas horas expuestos a la luz del puesto de trabajo.
Por ejemplo, el índice de deslumbramiento unificado (UGR) influye directamente en el confort visual humano, por lo que en puestos de trabajo se recomienda utilizar siempre luminarias con un UGR inferior a 19. Y lo mismo ocurre con el dinamismo de la luz que percibimos durante el día, incluso sin darnos cuenta, como lo es la luz artificial de nuestra oficina. La luz natural es cambiante, sin embargo, la luz artificial es estática, y esto puede alterar nuestro ritmo vital.
La tecnología LED de la que disponemos hoy en día permite un control independiente de las tres dimensiones que son clave para la iluminación centrada en el ser humano: la intensidad, la temperatura de color y la dirección de la luz.
Pero lograr esto no es sencillo. La tecnología Human Centric Lighting debe simular el curso de la luz natural con sus efectos visuales, biológicos y emocionales. Así que para lograrlo, estas luminarias son controladas mediante un sistema inteligente que permite modos de luz adecuados a través de los niveles de luminancia y de las temperaturas de color.
Todo ello favorecerá que el ritmo circadiano humano mejore. Por ejemplo, con una luz blanca neutra o fría se podría energizar al equipo por las mañanas, y con una luz más cálida podríamos conseguir un estado de ánimo relajado cuando se vaya acercando la noche.
No debe obviarse el hecho de que aplicar este tipo de tecnología de iluminación en el trabajo puede suponer, no solo aspectos positivos para los empleados, sino también para la propia compañía, puesto que al aumentar el rendimiento y la productividad asociados con la simulación de la luz natural y sus ciclos, la empresa obtiene más horas de trabajo efectivo, más implicación por parte de los trabajadores, y una reducción significativa de la tasa de absentismo debido a los dos factores anteriores.
En definitiva, parece ser que con la implantación del sistema Human Centric Lighting en los puestos de trabajo todos ganamos.